Los mongoles tenían por costumbre usar la misma vestimenta tanto hombres como mujeres, lo cual hacia difícil diferenciarlos. A partir de los tres años, a los niños mongoles se los ataba frecuentemente a sus caballos para enseñarles a montar.
En cuanto a costumbres matrimoniales eran bastante diferentes de las occidentales. Pueden unirse entre parientes, un hombre podía casarse con su hermana, pero sólo por parte paterna y con la mujer de su padre tras la muerte de éste. Además el hermano menor, tras la muerte del mayor, está obligado a casarse con su cuñada.
En su condición de pueblo nómada, solían vivir en tiendas de campaña hechas de piel de caballo. A este tipo de vivienda se le conoce con el nombre de yurta.
Por lo que respecta a la alimentación comen carne de caballo, perro, lobo y de zorro, y si era necesario comían carne humana. No tenían en su alimentación ni pan ni verduras ni legumbres. No producían vino ni cerveza, que la tenían que importar, cuando era posible. No obstante producían una bebida alcohólica derivada de la fermentación de leche equina. Bebían mucha leche de yegua y también de camella, de cabra y de oveja. Cuando la leche escaseaba, cocían mijo en agua y bebían el caldo.
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